La gastronomía (del griego γαστρονομία, compuesto de γαστήρ, «vientre», y νόμος, «ley») es la ciencia y arte de la alimentación, enfocada no solo en cuanto al arte culinario (o cocina), sino a todos los factores que componen el acto de comer, tanto sociales como fisiológicos o culturales.



Su estudio tiene un claro componente práctico en cuanto la alimentación es indispensable para el ser humano, pero presenta igualmente una gran faceta de creatividad derivada de la combinación de alimentos y de la innovación en cuanto a la creación de nuevas recetas.

Un componente destacado en la gastronomía es la química del alimento, que interfiere en el sabor. El cuerpo reconoce cuatro sabores principales: dulce, salado, ácido y amargo. Muchos gustos regionales por diversos sabores tienen un origen histórico determinado: el gusto por la salazón en los países mediterráneos viene de cuando se conservaban los alimentos en sal; en Latinoamérica, el gusto por el chile procede de cuando la población menos favorecida lo tomaba para resarcir la falta de alimentos, por la sensación de hartazgo que produce, al tiempo de que servía para matar parásitos.


¿Cuál fue la primera receta de la historia? ¿Qué plato se considera el origen de la cocina?

Según los expertos, la primera receta de la historia fue un caldo, elaborado inicialmente sin recipiente. Los primeros cocineros de la historia fueron los hombres y mujeres del Paleolítico, que hacían un hueco en la tierra y colocaban en él piedras calientes. Luego, vertían agua sobre las piedras y dejaban que se calentara. Una vez que el agua estaba caliente, introducían en ella los alimentos que querían cocinar, como huesos o raíces.


Al recibir el calor, los alimentos se cocinaban y transmitían su sabor y sus propiedades al líquido. De esta manera, podían ablandar los alimentos que eran demasiado duros para masticar crudos, y posiblemente no tardaron mucho en averiguar que el líquido adquiría los sabores de los alimentos y que resultaban igualmente apetitosos.